La actividad física como un hábito

A menudo aparecen imprevistos que son como una piedra de tropiezo en el camino de hacer del ejercicio físico un hábito en nuestras rutinas.

¡Y deberíamos respetarlo igual que respetamos todo lo demás! Se lo debemos a nuestros cuerpos y a nuestras mentes que tanto hacen por nosotros. Dedicar un momento para realizar alguna actividad física oxigena y revitaliza el cuerpo, sin importar la hora del día.

Es clave crear movimientos conscientes, desconectarnos un momento de los que “haceres” de la vida y disponer un tiempo para movernos.

Y más vale que sea lo que más nos gusta sin importar la actividad física o método, si te gusta lo que haces lo haces con determinación y constancia hasta que se convierte en un estilo de vida y ves resultados a corto y largo plazo

Si no haces ningún ejercicio y sientes que debes hacerlo lo importante es que empieces cuanto antes sin importar la fase en la que estes. Anímate a intentar eso que siempre postergas, haz un cambio en tus rutinas y deja de poner excusas. Pequeños pasitos hacen la diferencia…

Si no sabes por donde empezar busca ayuda pero no te quedes en un estado inactivo dentro de la categoría “sedentario” que atrofia la postura, el equilibrio, debilita músculos y articulaciones y limita la capacidad de moverse en diferentes direcciones con agilidad.